LUCA D'ALISERA DICE ADIÓS A LA COMPETICIÓN

Ya es oficial. Posiblemente el patinador más carismático de la historia del Patinaje Artístico mundial, el italiano Luca D’Alisera, ha comunicado esta semana ante los medios su retirada de la competición.

Desde el Mundial de Murcia, donde el romano renovó el título de Campeón del Mundo que le había arrebatado Roberto Riva en la edición anterior, se barajaba la posibilidad de una retirada, pero Luca no parecía acabar de decidirse.

Ha sido, sin lugar a dudas, una decisión difícil la tomada por el azzurro que lleva compitiendo desde el año 1988. Según palabras de Luca “La decisión la tomé un día que llegué a la pista. Estaba entrenando un nuevo combinado: TLutz r TRittberger r TMetz y Gabriele empezó a corregirme para introducirlo en el programa de competición. Y entonces me di cuenta de que no tenía ganas de empezar una nueva temporada, con todo el esfuerzo que conlleva”.

D’Alisera deja la competición “porque ya he cumplido todos mis sueños y mis objetivos”. En su casa conserva las 11 Medallas de Oro del Mundo que ha conseguido entre las categorías Junior y Senior.

Se retira como CAMPEÓN DEL MUNDO, pero no sólo eso. Muchos campeones han pasado por la historia de nuestro deporte pero pocos consiguen dejar una huella como la que nos deja Luca. Imposible olvidar la Sonata al Claro de Luna de Beethoven o la Lista de Schindler. Retrocedió hasta el Renacentismo con El Hombre De La Máscara de Hierro y se envolvió de trapos en La Momia. Sacó todo su carácter en el Flamenco de Maxime Rodríguez y nos transportó al futuro con Matrix. Rindió homenaje al deporte en Heart Beat y nos enamoró con su Zorba. Espectacular coreogafría en El Espantapájaros y ¿quién no hubiera entrado con él a la pista a bailar el Ricky Martin?

Aquí acaba el viaje de Ulises, un viaje curiosamente ligado a España puesto que la aventura mundial empezó con un Oro en Reus y acaba con un Oro en Murcia, como nos ha recordado Gabriele Quirini, su inseparable entrenador, en alguna ocasión.

Sin embargo, D’Alisera no nos dice adiós. Ha cerrado una etapa, brillante sin duda, pero sigue con ganas de transmitir todos sus conocimientos técnicos, todo su arte y su carisma a las jóvenes promesas. Empieza una nueva etapa como técnico y coreógrafo porque, como él dice, “Yo no entiendo mi vida apartado del patinaje. Para mí, los patines son la prolongación natural de mis pies”. Luca, en los próximos Mundiales te echaremos de menos.